Escoliosis congénita
Congenital Scoliosis
L. Jiménez Cosmes a, B. Palomino Aguado a
a Servicio de Medicina Física y Rehabilitación. Hospital Ramón y Cajal. Madrid. España.
a Servicio de Medicina Física y Rehabilitación. Hospital Ramón y Cajal. Madrid. España.
Palabras Clave
escoliosis congénita, deformidad vertebral, tratamiento ortopédico, tratamiento quirúrgicoKeywords
congenital scoliosis, spinal deformity, orthopedic treatment, spine surgeryResumen
La escoliosis congénita es un tipo de deformidad con una incidencia en las consultas de Medicina Física y Rehabilitación mucho menor que las idiopáticas. El manejo ortopédico de este tipo de deformidad no ha cambiado de manera sustancial en los últimos años. Se hace una revisión de la patología asociada y de los aspectos evolutivos y se comenta nuestra sistemática terapéutica de este tipo de escoliosis. El abordaje quirúrgico ha evolucionado sustancialmente, encontrándose ciertas controversias entre los diferentes autores tanto en indicaciones como en tipos de cirugía.Abstract
Congenital scoliosis is a spine deformity less frequent than idiopathic scoliosis in the Rehabilitation Services actually. The orthopedic management of this type of deformity has no change in the last years. We present a review of the associate pathology, prognosis and the orthopedic management of our treatment with cast reduction before thermoplastic corset. Surgery has change with different techniques and indications between the surgeons.Artículo
DEFINICIÓNLas deformidades congénitas de la columna (DCC) pueden dar lugar a deformidades en forma de escoliosis, cifoescoliosis, cifosis pura o hiperlordosis. La escoliosis congénita (EC) es definida como una curvatura lateral de la columna causada por anomalías congénitas visibles del desarrollo vertebral.ETIOPATOGENIADatos de estudios de investigación embriológica indican que insultos en embriones de animales de experimentación coincidentes con la sexta semana del desarrollo humano producen anomalías vertebrales. Este desarrollo coincide en el tiempo con otros órganos como el aparato genitourinario, el corazón, etc., dando lugar a malformaciones asociadas a la DCC. Esto confirma la impresión clínica de que alrededor de la sexta semana embriológica la columna es más vulnerable para la producción de malformaciones. Las causas de las DCC son desconocidas. Se han señalado diferentes posibles causas (alteraciones hormonales, hipoxia experimental, enfermedades víricas, alteraciones de la nutrición materna) que pueden actuar sobre el embrión, así como la herencia puede influir en la incidencia de DCC.
CLASIFICACIÓNSe han hecho diferentes intentos de clasificación de las DCC por Dwight 1 y posteriormente Winter, Moe y Ellers2 enmendaron la clasificación de McEwen3 basada en el tipo y grado del defecto vertebral, tomando la anomalía vertebral primaria como la causante de la deformidad escoliótica y el resto, si existen, como anomalías asociadas.
ESTUDIO CLÍNICOClínicamente, la EC presenta curvas primitivas de aspecto irregular. Habitualmente hay una curvatura única con rotación fijada, pero se pueden ver también dos o tres curvaturas primitivas, debido a las múltiples localizaciones posibles de las malformaciones a lo largo de la columna vertebral. Generalmente, son curvas cortas, de forma angular, y menos flexibles que las curvas idiopáticas. Es característica una lordosis correspondiente a la curvatura primitiva, aunque no es absolutamente constante. Puede encontrarse también una verdadera cifosis. La presencia de cifosis es un signo de mal pronóstico, que ha de valorarse cuidadosamente, para instituir el tratamiento oportuno y precoz antes de que se produzca una paraplejía. El tronco es generalmente corto y muy rígido. Cuando el sacro y las vértebras lumbares bajas están incluidos en la curvatura primitiva, es frecuente encontrar una oblicuidad en la pelvis, la cual está elevada en el lado de la concavidad de la curva. Esta deformidad puede entrañar un acortamiento aparente del miembro inferior. El tórax está generalmente deformado en las curvaturas dorsales. A veces es visible una depresión o ensilladura torácica debido a la ausencia de costillas. En el estudio clínico general buscaremos cualquier deformidad o asimetría, manchas cutáneas, mechones de pelo en la espalda, tórax en quilla o en embudo, pelvis oblicua, inversiones a la curva cifótica o lordótica habituales, dismetrías de los miembros, laxitud articular, genu valgum, pies cavos, planos, varos, dolores o contracturas. Se debe realizar una exploración neurológica (fuerza, sensibilidad y reflejos) y medir el perímetro en los miembros inferiores. La presencia de una DCC es indicación de que muy probablemente existan otras a otros niveles, a veces evidentes, pero generalmente disimuladas y deben buscarse sistemáticamente. Podemos encontrar malformaciones congénitas asociadas en:
TABLA 1. Indicaciones de la resonancia magnética nuclear
EVOLUCIÓN Y PRONÓSTICOEs difícil de establecer un juicio pronóstico y de la evolución futura de las EC después del primer examen, ya que la radiografía no permite determinar con exactitud el potencial de crecimiento de los cuerpos vertebrales malformados. En cuanto a la historia natural, los estudios disponibles en la literatura son los de McMaster y Ohtsuka 12 encontrando que tan sólo el 11% eran escoliosis no progresivas, mientras que el 14% eran lentamente progresivas y el 75% restante fueron altamente progresivas. El 75 % de los pacientes estudiados requirieron tratamiento, y en el 84% de los no tratados la curva alcanzó los 40° Los pacientes con este tipo de anomalías vertebrales descubiertas en el primer año de vida son los que tienen peor pronóstico y más probabilidad de progresión. Refiere James 13, que la gran mayoría de las anomalías vertebrales menores no provocan desviaciones serias. Una minoría importante, con anomalías más graves, aproximadamente el 50 % de todas las EC, desarrollan escoliosis muy severas. Esta dificultad para establecer un pronóstico hace necesaria la observación regular de estos pacientes a fin de vigilar la repercusión del crecimiento sobre la curva. Manejamos como factores de evolutividad los siguientes: el tipo de malformación y crecimiento asimétrico de los elementos malformados, la estabilidad vertebral, la disposición de cada elemento malformado en el conjunto del raquis, su situación en los diferentes niveles raquídeos, la edad del paciente, el valor angular y la extensión de la curva y la presencia o importancia de las malformaciones asociadas. El pronóstico, según el tipo de malformación vertebral, debe basarse en el análisis de las posibilidades de crecimiento asimétrico y el balance del crecimiento potencial del segmento de columna afectado. Algunas anomalías están íntimamente asociadas a una marcada y seria progresión de la curva como la barra unilateral no segmentada y las hemivértebras libres con potencial de crecimiento situadas en el vértice de la convexidad. Hemos de sospechar una barra ósea cuando el bending test muestre que la curva es rígida y cuando en las reducciones mediante corsé de yeso se obtenga una escasa corrección. La barra unilateral generalmente suele abarcar de dos a seis vértebras, y suele asociarse a fusiones costales en el lado de la concavidad. Con frecuencia existen también otros tipos de anomalías como hemivértebras, etc. En esta situación existe un potencial de crecimiento cero en un lado de la columna, siendo normal o casi normal el potencial de crecimiento en el lado opuesto. Su poder escoliógeno es muy importante, ya que va a tener el papel de epifisiodesis unilateral. Sin embargo, es preciso reconocer que no siempre es fácil hacer un pronóstico de conjunto maligno inmediato. Así, la barra unilateral va a producir un efecto de epifisiodesis unilateral si del otro lado los hemidiscos que están de frente tienen posibilidad de crecimiento. Por lo tanto, la vigilancia radiológica es la que va a permitir afirmar si una asimetría de crecimiento va a ser evolutiva o no. McMaster14 refiere cuatro casos de barra unilateral en los cuales el tratamiento conservador fue un gran éxito. Esta favorable respuesta la explica por una fractura de la barra, probablemente debida a los métodos correctores mediante yesos. La segunda anomalía más común que produce curvas graves es la hemivértebra15,16. Las escoliosis por hemivértebras (65 % de los casos) se asocian a otros tipos de malformaciones en el 20-30 % de los casos 17. Podemos encontrar hemivértebras únicas o múltiples y las múltiples pueden ser alternadas a uno y otro lado, y el raquis en zig zag puede permanecer equilibrado. Por el contrario, las hemivértebras múltiples unilaterales provocan desequilibrios mal compensados por las curvaturas supra y subyacentes. En consecuencia, se establece un desequilibrio y es inevitable la progresión de la curva. La hemivértebra posterior produce más cifosis que escoliosis. Las vértebras en mariposa o cuerpos binucleares, cuando es simétrica, no suelen provocar escoliosis a nivel de la malformación, pero produce a veces, y paradójicamente, una escoliosis evolutiva en los segmentos subyacentes. Por el contrario, las formas asimétricas son con gran frecuencia escoliógenas, con una evolución bastante grave en el 60 % de los casos. Igual que en las hemivértebras, las binucleares asimétricas alternantes a dos niveles pueden equilibrarse. Si la asimetría es homóloga, el desequilibrio es habitual. Si la ausencia de segmentación es anterior a nivel de los cuerpos, la evolución será hacia la cifosis, y si es posterior, a la lordosis. Las sinóstosis costales, cuando son proximales, yuxtavertebrales, hacen el efecto de una epifisiodesis. Si son unilaterales y afectan a varios segmentos, el poder escoliógeno es muy importante. La disposición de los elementos malformados en el raquis podrá originar una columna equilibrada o desequilibrada. Dos elementos superpuestos, por ejemplo uno dorsal y otro lumbar, pueden ser de sentido contrario y compensarse el uno al otro, o encontrarse en el mismo lado y agravarse. Lo que interesa establecer es el equilibrio global del raquis. También se han observado casos en que una EC menor ha inducido una curva de reequilibración adyacente que se ha estructurado y que ha presentado una evolución puberal catastrófica, llegando a ser el problema principal, mientras que la curva congénita primitiva ha permanecido menor durante toda la evolución.
TRATAMIENTOEl manejo y tratamiento de las EC precisa una interpretación adecuada de los resultados del estudio clínico general del paciente y de la curva escoliótica, valoración de posibles malformaciones asociadas (neurológicas, cardiacas...), factores vertebrales (tipo de anomalía vertebral, valor angular, localización…) y madurez esquelética. Se deben conocer la historia natural evolutiva de las diversas malformaciones vertebrales y las leyes evolutivas generales de las escoliosis en general (crecimiento, valor angular, etc.). Es decir, se debe estar entrenado en el manejo de las escoliosis idiopáticas. Cualquier decisión está condicionada por los aspectos evolutivos. Las tres opciones a seguir son la observación o vigilancia, el tratamiento ortésico y el tratamiento quirúrgico.
Observación o vigilanciaAdoptaremos esta actitud con las curvas pequeñas (< 20°), que no hayan demostrado evolutividad y estén provocadas por anomalías vertebrales consideradas de buen pronóstico (defectos de segmentación simétricos, hemivértebras alternantes…). Los controles clínicos y radiológicos deben ser más intensos en los periodos de crecimiento rápidos (cuatro primeros años y en la fase puberal).
Tratamiento ortésicoSu indicación está basada en la prueba de evolutividad, ante curvas > 20° y la presencia de factores de riesgo evolutivo (edad, tipo de malformación, etc.), en casos de contraindicación quirúrgica y pacientes que rehúsan la cirugía. El objetivo es evitar la artrodesis en ciertos casos o alcanzar una edad más idónea para realizar la fusión. Es más eficaz en las curvas flexibles y en las curvas secundarias (a veces más severas que la primaria o congénita). Es menos eficaz en curvas cortas y rígidas, en los casos con barras óseas en la concavidad y poco o nada eficaz en las cifosis y lordosis congénitas. El tratamiento conservador se mantiene mientras no tengamos pruebas claras de agravación de la escoliosis y se proseguirá mientras se mantenga estable, no solamente la angulación en los dos planos, sino también el equilibrio global del tronco.
Nuestra sistemática terapéutica consiste en:
Los autores declaran que no existe conflicto de intereses.
Trabajo recibido el 1-06-09. Aceptado el 24-06-09.
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Medline
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