domingo, 12 de julho de 2015

Escala de incapacidad por dolor lumbar de Oswestry


Escala de incapacidad por dolor lumbar de Oswestry

Oswestry low back pain disability questionnaire

S Alcántara-Bumbiedro a, MT Flórez-García a, C Echávarri-Pérez a, F García-Pérez a

a Unidad de Rehabilitación Fundación Hospital Alcorcón (FHA). Alcorcón. Madrid.

Palabras Clave

escala de Oswestry, dolor lumbar, evaluación dolor lumbar.

Resumen

Resumen.--En la valoración del paciente con dolor lumbar es importante medir su repercusión funcional. Las pruebas complementarias, de laboratorio y de imagen no informan sobre la situación clínica del paciente ni de los cambios que se producen. Las escalas de valoración son otras pruebas complementarias que, aunque menos utilizadas, aportan información sobre la intensidad del dolor y su repercusión en las actividades de la vida cotidiana. Su desconocimiento y el esfuerzo que supone calcular la puntuación, interpretar y registrar los resultados son los principales factores que limitan su incorporación a la práctica clínica diaria. La escala de incapacidad por dolor lumbar de Oswestry es, junto con la escala de Roland-Morris, la más utilizada y recomendada a nivel mundial. En este artículo los autores hacen una revisión de la escala, desde su publicación en 1980, con información de la versión adaptada a la población española, características métricas, ventajas e inconvenientes. Su utilización permitirá al clínico obtener información desde la perspectiva del paciente, conocer el grado de eficacia de las distintas técnicas de tratamiento empleadas y comparar resultados con otros estudios publicados en la literatura.

Abstract

Summary.--In the evaluation of patients with low back pain, it is important to measure their functional repercussion. The complementary laboratory and imaging tests do not inform on the clinical situation of the patient or on the changes that are produced. The evaluation scales are other complementary tests which, although less used, supply information on the intensity of pain and its repercussion in the daily life activities. Lack of knowledge of it and the effort that calculating the score, interpreting and recording the results entail are the main factors that limit its incorporation into the daily clinical practice. The Oswestry low back pain disability questionnaire is, together with the Roland-Morris questionnaire, the most used and recommended worldwide. In this article, the authors make a review of the scale since its publication in 1980, with information of the version adapted to the Spanish population, metric characteristics, advantages and disadvantages. Its use will allow the clinician to obtain information from the patient's perspective, know the grade of efficacy of the different treatment techniques used and compare results with other studies published in the literature.

Artículo

INTRODUCCION
El dolor lumbar constituye un importante problema en los países industrializados, con gran repercusión sociosanitaria1. En más del 90 % de los pacientes con lumbalgia no es posible encontrar una alteración que justifique sus síntomas. Las pruebas complementarias más habituales (de laboratorio y de imagen) aportan poca información y, en muchos casos, confusión por el gran número de falsos positivos. Aunque útiles para descartar patologías específicas, no informan sobre la situación clínica del paciente ni de los cambios que se producen y ofrecen poca ayuda en la toma de decisiones. Existen otras pruebas complementarias menos utilizadas, las escalas de valoración, que probablemente aporten información mucho más útil al clínico: permiten cuantificar la intensidad del dolor, su repercusión funcional y sobre todo ofrecen información importante sobre el pronóstico funcional y la toma de decisiones. A pesar de su relevancia clínica se emplean muy poco y son varios los obstáculos que frenan su incorporación en la práctica clínica diaria, por una parte su desconocimiento y por otra el esfuerzo adicional que exige calcular la puntuación, interpretar y registrar los resultados.
La escala de incapacidad por dolor lumbar de Oswestry, junto con la escala de Roland-Morris, es la más utilizada y recomendada a nivel mundial para medir la incapacidad por dolor lumbar2. El objetivo de este artículo es profundizar en el conocimiento de la escala de incapacidad por dolor de Oswestry para que el clínico pueda usarla en la práctica clínica diaria y no sólo en trabajos de investigación.

CARACTERISTICAS GENERALES
El desarrollo de la escala de incapacidad por dolor lumbar de Oswestry lo inició, en 1976, John O'Brien con pacientes remitidos a una clínica especializada y que presentaban dolor lumbar crónico. Un cirujano ortopédico, un terapeuta ocupacional y un fisioterapeuta realizaron entrevistas a un grupo de pacientes para identificar la repercusión funcional que el dolor crónico tenía sobre las actividades de la vida diaria. Se diseñó como un instrumento de valoración y de medida de resultados3. Antes de su publicación, en 1980, se probaron varios borradores y fue a partir de 1981 cuando se difundió ampliamente tras la reunión en París de la International Society for The Study of the Lumbar Spine(ISSLS)4.
La escala de incapacidad por dolor lumbar de Oswestry es un cuestionario autoaplicado, específico para dolor lumbar, que mide las limitaciones en las actividades cotidianas. Consta de 10 preguntas con 6 posibilidades de respuesta cada una. La primera pregunta hace referencia a la intensidad del dolor, precisando en las distintas opciones la respuesta a la toma de analgésicos. Los restantes ítem incluyen actividades básicas de la vida diaria que pueden afectarse por el dolor (cuidados personales, levantar peso, andar, estar sentado, estar de pie, dormir, actividad sexual, vida social y viajar). Es la escala más utilizada y recomendada. Una búsqueda, con fecha 14 de junio de 2005, utilizando la referencia original " Oswestry low back pain questionnaire " localizó 196 citas en medline, 8.570 en el buscador Google y 1.000 citas en el Science Citation Index , introduciendo en este último " Oswestry Disability Index ".
Esta escala está incluida en el protocolo de valoración propuesto por Musculoskeletal Outcomes Data Evaluation and Management System (MODEMS), que agrupa a las principales sociedades internacionales relacionadas con la columna vertebral: American Academy of Orthopedic Surgeons(AAOS), North American Spine Society (NASS), Scoliosis Research Society (SRS), Cervical Spine Research Society (CSRS), Orthopedic Rehabilitation Association (ORS), American Spinal Injury Association y Council of Spine Societies . Forma parte de las recomendaciones sobre valoración del dolor lumbar realizadas en dos de las principales reuniones de expertos a nivel mundial, celebradas en 1998 y 2000, y cuyas conclusiones se publicaron en dos números monográficos de la revista Spine5. Ha sido también propuesta por el grupo de trabajo Outcomes Measures in Rheumatology(OMERACT) tras varias reuniones, la última en el año 2000, para tratar de establecer un consenso internacional sobre las medidas del resultado en Reumatología6. Debido a su efecto techo alto (el efecto techo sucede cuando el paciente sigue mejorando a pesar de haber obtenido la máxima puntuación y, por tanto, la escala no detecta la mejoría) puede mostrar aún cambios cuando la puntuación es máxima en la escala de Roland-Morris. Debido a su efecto suelo (el efecto suelo sucede cuando el paciente sigue empeorando a pesar de haber obtenido la mínima puntuación y, por tanto, la escala no detecta el empeoramiento) es menos sensible en pacientes menos discapacitados. Constituye, pues, la mejor opción para pacientes con mayor afectación (incapacidad moderada-intensa), es decir, discrimina mejor las diferencias de incapacidad funcional en los pacientes más afectados, los habituales en las consultas especializadas del aparato locomotor4. Por el contrario la escala de Roland-Morris se recomienda en pacientes con menor limitación funcional, principalmente los atendidos en Atención Primaria. La escala de incapacidad por dolor lumbar de Oswestry es una de las escalas más utilizadas en los centros de rehabilitación europeos7 y algunos neurocirujanos españoles consideran que su uso es la mejor opción para pacientes sometidos a cirugía de columna lumbar8. Se ha utilizado, también, en una amplia variedad de afecciones4 (tabla 1). El ítem 8, actividad sexual, se ha omitido en algunos estudios sobre adolescentes con espondilolistesis9 y en pacientes con metástasis múltiples10. En estudios sobre cáncer se ha suprimido el ítem 1, intensidad del dolor, que se valora con otras escalas4. En una publicación reciente11 se aplicó la escala a un grupo de pacientes con dolor crónico (lumbar, facial, craneal, abdominal, miofascial y síndrome de dolor regional complejo) remitido a una Unidad del Dolor. Concluyeron que puede ser útil en una población general con dolor en distintas localizaciones y no solamente en pacientes con lumbalgia.




ADAPTACIONES A OTROS IDIOMAS
Aunque la mayor parte de la literatura médica está publicada en inglés, la escala ha sido adaptada transculturalmente a numerosos idiomas (tabla 2): griego12, noruego13, japonés14, turco15, donde se añade la dificultad de un idioma con distintos dialectos, coreano16, alemán17, árabe18 (en esta versión se excluyen los ítem sobre vida sexual y viajar) y español19. Se ha traducido también directamente a otros idiomas20, sin el recomendado proceso de adaptación transcultural21. Idealmente debería existir una versión única para cada idioma adaptada a las peculiaridades de cada país.




Adaptación al castellano
Flórez et al19 realizaron la adaptación transcultural a la población española en 1995 (anexo I). La versión final del cuestionario en castellano se administró de forma autoaplicada a 30 pacientes con dolor lumbar procedentes de Atención Primaria y a 162 pacientes atendidos en consultas especializadas de Rehabilitación y Medicina Física. Sólo 4 devolvieron el cuestionario sin contestar. La versión en castellano ha demostrado su fiabilidad, validez y consistencia interna. En la última edición del libro "La Medida de la Salud" de Badía et al22, publicada en 2002, se evaluaron todas las escalas de medición del estado de salud adaptadas a la población española y, según la calidad metodológica del proceso de adaptación, se establecieron tres categorías. La adaptación de la escala de incapacidad por dolor lumbar de Oswestry está incluida en la categoría de mayor calidad metodológica: recomendación A (nivel de desarrollo alto).



El problema de las versiones
En el mundo anglosajón han surgido problemas al existir varias versiones de la escala con pequeñas modificaciones en algunos casos, u omitiendo diversos ítem en otros y con distinto sistema de puntuación, creando confusión cuando se comparan las puntuaciones obtenidas. Afortunadamente en España sólo existe una versión validada, la versión 1.0, que es la original. En la tabla 3 se muestran las versiones más extendidas. La AAOS ha incorporado la versión 1.0 en sus instrumentos de valoración con algunas modificaciones, pues no incluyen los ítem 1 (intensidad del dolor), 8 (vida sexual) y 9 (vida social). Modifica la segunda opción de respuesta de la pregunta 5, estar sentado, sustituyendo "silla favorita" por una "silla especial". Cambian, también, el sistema de puntuación que es de 1 a 6 en lugar de 0 a 5. Refleja más al usuario americano que al británico6.



La versión 2.0 es una modificación realizada por el Medical Research Council Group 23; especifica que se debe marcar la opción que mejor describa su situación el mismo día que se rellena el cuestionario. La versión original no aclara este aspecto. Modifica el ítem1, eliminando la referencia a los analgésicos, y el 7 (dormir). El ítem 5 mantiene el término "silla favorita". Esta versión está disponible en Gran Bretaña, integrada en un programa de software médico de Historia Clínica Informatizada.
El 1989 se publicó una adaptación de la escala por el colegio de quiroprácticos en el Reino Unido24. Los autores de la versión original la consideran inaceptable4, pues confunden los términos impairmentdisability y su redacción es compleja.
En 1996 la NASS publicó una versión modificada25 introduciendo cambios en la redacción de algunos ítem y omitiendo el 1 (intensidad del dolor). En el ítem 5 (estar sentado) se modifica la segunda opción de respuesta sustituyendo "silla favorita" por una "silla especial". Especifica que el paciente marque la opción que mejor describa su situación durante la pasada semana.
Feise y Menke26 publicaron en 2001 una nueva escala llamada Functional Rating Index que combinaba contenidos de la escala de incapacidad por dolor lumbar de Oswestry y del Neck Disability Index . Consta de 10 preguntas con 5 posibles respuestas cada una que valoran dolor y función. Ocho de las 10 hacen referencia a actividades de la vida diaria y dos a diferentes aspectos del dolor. Justifican la combinación de estas dos escalas por el alto porcentaje de pacientes que presentan dolor simultáneo en ambas localizaciones. Su objetivo es aumentar su uso minimizando la carga administrativa. Firtz e Irrgang27 utilizaron una versión modificada donde eliminan el ítem 8 (vida sexual) al considerar que con frecuencia se queda sin contestar, y añaden una cuestión que hace referencia a la actividad del ama de casa y trabajo. White y Velozo28 suprimen el ítem 1 (intensidad del dolor) y combinan las respuestas 1-2 y 3-4 de forma que cada ítem queda con 4 opciones de respuesta. Davidson et al29 han combinado cuestiones de la escala de incapacidad por dolor lumbar de Oswestry en una versión específica para dolor lumbar de la escala Short Form-36 Physical Functioning (SF-36).

ADMINISTRACION Y PUNTUACION
El paciente puede rellenar la escala por sí mismo, sin la presencia de un entrevistador, en la consulta o, mejor, en la sala de espera, ya que se evita así el posible efecto intimidatorio de la presencia de personal sanitario. No presenta ninguna dificultad si el paciente sabe leer y se le ha dado una breve explicación. El tiempo requerido para rellenar el cuestionario es de unos 5 minutos. No se requiere ningún equipo especial. Se le puede proporcionar al paciente una tablilla que dé soporte al papel y facilite su cumplimentación.
La escala tiene 10 cuestiones con 6 posibles respuestas cada una. Cada ítem se valora de 0 a 5, de menor a mayor limitación. Si se marca la primera opción se puntúa 0 y 5 si la señalada es la última opción. Si se marca más de una opción se tiene en cuenta la puntuación más alta. En caso de no responder a un ítem éste se excluye del cálculo final. La puntuación total, expresada en porcentaje (de 0 a 100 %), se obtiene con la suma de las puntuaciones de cada ítem dividido por la máxima puntuación posible multiplicada por 100:




Valores altos describen mayor limitación funcional. Entre 0-20 %: limitación funcional mínima; 20 %-40 %: moderada; 40 %-60 %: intensa; 60 %-80 %: discapacidad, y por encima de 80 %: limitación funcional máxima. El tiempo de corrección, por personal entrenado, no requiere más de 1 minuto.


PROPIEDADES MÉTRICAS

Validez
La escala de incapacidad por dolor lumbar de Oswestry es una de las escalas más utilizadas en ensayos clínicos con grupo control, en protocolos de valoración y ha servido de referencia para determinar la validez de otras escalas4,27,30. Desde su aparición, hace más de 20 años, ha sido objeto de numerosos estudios. En una publicación reciente11 los autores comparan la fiabilidad y sensibilidad a los cambios de la escala de incapacidad por dolor lumbar de Oswestry con las escalas SF-36 y Multidimensional Pain Inventory en un grupo de pacientes con diversos tipos de dolor crónico remitidos a una Unidad del Dolor. Concluyeron, además de resaltar sus buenas características métricas, que es la escala más fácil de cumplimentar por el paciente y que puede ser útil en una población general con dolor. Tiene valor predictivo de cronificación del dolor, duración de la baja laboral y del resultado de tratamientos conservadores (como los programas de ejercicios intensivos) o quirúrgicos31-33. Es un mejor predictor de reincorporación al trabajo que otros mé todos de valoración física34. En un ensayo clínico controlado, aleatorizado y multicéntrico35, los autores utilizaron la escala de incapacidad por dolor lumbar de Oswestry para el estudio coste-eficacia del tratamiento quirúrgico y conservador en pacientes con dolor lumbar crónico. En una publicación reciente36 se ha usado la escala para determinar el resultado funcional y los factores de riesgo de reintervención en pacientes previamente operados por hernia discal lumbar.
En la adaptación al castellano, la validez de contenido se determinó mediante un análisis de contenido de los ítem y sus alternativas de respuesta, y se complementó con una evaluación de la validez aparente del cuestionario preguntando a los pacientes con los que se hizo la primera valoración si juzgaban adecuados los ítem utilizados para conocer las limitaciones que les producía su dolor lumbar. La validez de contenido y la validez aparente se consideraron adecuadamente probadas19.

Fiabilidad
En el estudio original3 se administró el cuestionario a 22 pacientes dos veces sucesivas con un intervalo de 24 horas. La fiabilidad (reproducibilidad) fue r = 0,99. Este resultado puede incluir un efecto memoria. Al aumentar el intervalo entre test y retest puede influir en el resultado la evolución natural de los síntomas.
En la adaptación al castellano se administró el cuestionario dos veces a 84 pacientes en dos días consecutivos. Se determinó la fiabilidad a través del coeficiente de correlación de Pearson entre las puntuaciones globales obtenidas en cada aplicación (procedimiento test-retest). Se llevó a cabo, además, el mismo análisis de fiabilidad para las puntuaciones individuales en cada ítem. El valor del coeficiente de correlación fue 0,92. Al hacer el cálculo sobre los datos aportados por los 66 pacientes que contestaron a todos los ítem en las dos aplicaciones ascendía sólo a 0,95, lo que refleja que la omisión de ítem no afecta sensiblemente a la reproducibilidad. La consistencia interna se determinó mediante el coeficiente α de Cronbach, utilizando los datos de los 138 pacientes que contestaron a la totalidad del cuestionario. Los valores de las intercorrelaciones entre los ítem oscilaron entre 0,20 y 0,62, con una media de 0,38, dando lugar a un coeficiente α de 0,85. Aunque este valor es aceptable y comparable al de otros estudios (0,8312, 0,8611, 0,8737, 0,9017, 0,9413), un valor más bajo sería razonable en un cuestionario de estas características. Esto puede ser debido al inadecuado escalamiento de las opciones de algunos ítem, en concreto el ítem 4 (andar) y el ítem 7 (dormir). Los autores de la adaptación alemana17 plantean una situación similar en el ítem 4.

Sensibilidad a los cambios
La utilización, en la práctica clínica diaria, de los instrumentos de valoración tiene como objetivo principal valorar la respuesta del paciente a un determinado tratamiento (conservador o quirúrgico). Hay evidencia21 que un cambio estadísticamente significativo no implica que sea clínicamente importante. La sensibilidad a los cambios es el parámetro que más interrogantes plantea: ¿cómo se detecta que ha sucedido un cambio? y ¿cuál es el cambio mínimo clínicamente relevante? Varios estudios intentan dar una respuesta38. No hay consenso en la literatura sobre la técnica más apropiada y se han utilizado varios estadísticos para estudiar la capacidad de una escala en detectar cambios. El más usado es el método receiver operating characteristic (ROC), que estima la probabilidad de la escala para identificar pacientes que presentan un cambio (mejoran/no mejoran). El rango de probabilidad va de 0,5 (sin capacidad para identificar cambios) a 1,0 (seguridad diagnóstica). Los índices ROC encontrados en la literatura son 0,7639 y 0,7830,40. Fairbank et al4 consideran que estos datos no son raros al tratarse de pacientes con afectación crónica. Estudios posteriores obtuvieron índices ROC de 0,9426, 0,8741 y 0,8542 en pacientes con dolor lumbar agudo y tras cirugía de columna lumbar (artrodesis o descompresión).
Queda aún, una vez identificada una escala capaz de detectar cambios, otra cuestión muy importante: ¿cuál es el cambio mínimo clínicamente relevante? La falta de una prueba oro como patrón de referencia hace difícil interpretar el resultado de las diferencias en la puntuación. Para definir el significado del cambio se han de tener en cuenta el grupo de pacientes en estudio (agudos-crónicos), puntuación basal y al final del tratamiento, intervalo en que se recogen los datos y estudios de sensibilidad-especificidad de los cambios observados en las puntuaciones43. Los estudios de sensibilidad a los cambios de la escala de incapacidad por dolor lumbar de Oswestry encontrados en la bibliografía estiman desde 4 a 16 puntos la mínima diferencia clínicamente relevante. Meade et al44y Fairbank et al33 estimaron en 4 puntos la diferencia mínima que tiene significado clínico. Beurskens et al39 compararon la sensibilidad a los cambios de las escalas de incapacidad por dolor lumbar de Oswestry y de Roland-Morris en 81 pacientes con dolor lumbar inespecífico de más de 6 semanas de evolución. Realizaron la valoración antes y después del tratamiento, con un intervalo de 5 semanas. Obtuvieron entre 4 y 6 puntos la mínima diferencia clínicamente relevante. Firtz et al27 estimaron en 6 puntos esta diferencia. En su estudio valoraron a 71 pacientes con dolor lumbar agudo en un intervalo de 4 semanas. En otros dos estudios posteriores30,42 se ha estimado la mínima diferencia clínicamente relevante en 10,5 y 11 puntos, respectivamente. La Food and Drug Administration (FDA) considera que 15 puntos debería ser el cambio mínimo relevante en pacientes valorados antes y después de artrodesis espinal4. Stratford et al40 estimaron este cambio en 16 puntos. En una publicación reciente45 los autores consideran razonable sugerir que el cambio mínimo para estar seguro que un paciente con dolor lumbar crónico ha experimentado una mejoría sea, al menos, de 10 puntos.

ASPECTOS RELEVANTES PARA EL CLINICO
De acuerdo con Bombardier5 las preguntas que como médicos nos hacemos tras aplicar un tratamiento son si el paciente mejora, si la escala o cuestionario que utilizamos detecta la mejoría cuando ésta sucede realmente y cuál es el cambio mínimo relevante. No hay una respuesta precisa a estos interrogantes pero nos alejaremos cada vez más de encontrarla si no introducimos en la práctica clínica diaria el uso de una escala de valoración. El dolor lumbar es la primera causa de consulta en Rehabilitación y la eficacia de las distintas técnicas empleadas en su tratamiento deberían avalarse mediante la información obtenida por la escala de valoración seleccionada.
La escala de incapacidad por dolor lumbar de Oswestry es, probablemente, la más utilizada en la literatura internacional46, pero presenta algunos puntos débiles:
1. Limitaciones en el tratamiento estadístico. Los datos recogidos en ella están en un formato categórico, pero cada categoría es ordinal y, mediante una suma, los datos son convertidos en una escala dimensional. Se asume una correlación lineal con la incapacidad, que es improbable pues la estructura de algunos ítem no es lineal, por ejemplo el 5 (estar sentado) describe: el dolor me impide estar sentado más de 1 hora, más de 30 minutos, y más de 10 minutos. Los tests estadísticos se suelen aplicar a las puntuaciones obtenidas antes y después del tratamiento sin tener en cuenta el valor inicial. Se han propuesto varias alternativas para obviar este problema. Little et al47 expresaron el cambio como un porcentaje de la puntuación inicial. Otros autores agrupan a los pacientes en dos categorías, uno con puntuaciones menores o iguales al 40 % y un segundo grupo con puntuaciones mayores del 40 %48. En el artículo original3 se sugieren 5 niveles: 0-20 %, 21-40 %, 41-60 %, 61-80 % y 81-100 %.
2. Existen diferentes versiones y sistemas de puntuación que dificultan las comparaciones consistentes entre los estudios.
3. No se ha seguido un proceso formal de desarrollo, con errores en el diseño y de validación. Se mezcla déficit (dolor), discapacidad (sentarse, levantar pesos) y minusvalía (actividad sexual, relaciones sociales). Algunos ítem presentan un inadecuado escalamiento, como también ponen de manifiesto Mannion et al17.
Cuando se elige una escala se deben considerar 5 aspectos fundamentales20:
1. ¿Es fiable? La fiabilidad de una escala es su cualidad más importante. En la versión original de la escala de incapacidad por dolor lumbar de Oswestry la fiabilidad fue r = 0,99 y la adaptación transcultural a la población española obtuvo un grado de fiabilidad adecuado, r = 0,92 y α> de 0,85, comparable a otros estudios (0,8312, 0,8611 y 0,8737).
2. ¿Es sensible? Proporciona un tipo de información que no aporta ningún otro tipo de prueba y discrimina mejor que otros parámetros los cambios en la situación clínica. Los datos publicados apoyan su capacidad para detectar la sensibilidad a los cambios27,30,39.
3. ¿Pueden compararse los resultados con otros estudios publicados? Esta posibilidad está asegurada con el uso de la escala de incapacidad por dolor lumbar de Oswestry20.
4. ¿Está disponible en el idioma del país donde se va a utilizar? Ha sido traducida y adaptada a numerosos idiomas. La adaptación a la población española se publicó en 199519.
5. ¿Es fácil de rellenar y puntuar? Este aspecto es importante en los cuestionarios autoaplicados para evitar el cansancio y facilitar su cumplimentación. La escala de incapacidad por dolor lumbar de Oswestry es viable, fácil de administrar y puntuar. No requiere ni entrenamiento ni equipos sofisticados y es aceptable para el paciente.

PERSPECTIVAS PARA EL FUTURO
Las escalas para la valoración de la incapacidad por dolor lumbar aportan datos fiables, válidos y detectan cambios en la situación clínica49. Deberían formar parte, en la práctica clínica diaria, de la valoración del paciente con lumbalgia. Sin embargo este objetivo se ve limitado, pues supone un esfuerzo suplementario que pocos clínicos están dispuestos a realizar. Las actividades adicionales que debe realizar el clínico que utiliza una escala de incapacidad por dolor son: a) calcular la puntuación: exige una calculadora, anotar los resultados parciales y aplicar una fórmula; b) interpretar los resultados: el clínico está más preparado para analizar una prueba de laboratorio que para interpretar el significado clínico de los datos aportados por la escala; requiere una formación específica en este campo de la que habitualmente carece, y c) registrar los resultados: hay que reflejar en la historia clínica, de forma comprensible, el resultado de la escala y su significación clínica.
La informática puede ser el instrumento que permita al clínico prácticamente eliminar el esfuerzo que representa calcular, interpretar y registrar el resultado de una escala50. Muchos programas informáticos que existen, basados en la escala de incapacidad por dolor de Oswestry, ofrecen escasa funcionalidad, la mayor parte son comerciales y no están traducidas al castellano. Se están produciendo grandes avances en este campo. En España se ha publicado51 una aplicación informática de la versión castellana de la escala de incapacidad por dolor de Oswestry donde los autores, mediante el cálculo automático de la puntuación, demostraron la disminución, en un 75 %, del tiempo requerido para puntuar la escala con el método manual. Se obtiene también, de forma automática, la clasificación del paciente en una categoría de limitación funcional. Otra ventaja es el enorme potencial para funciones adicionales, de gran interés para el clínico, como generar alertas clínicas, facilitar al paciente normas posturales personalizadas, crear gráficos evolutivos de la puntuación y de la limitación funcional y escribir automáticamente un informe del resultado en un procesador de textos (Word de Microsoft®). Una aplicación informática puede, además de facilitar las tareas mencionadas, abrir al clínico nuevas expectativas.

CONCLUSIONES
La escala de incapacidad por dolor lumbar de Oswestry es la escala más utilizada y recomendada, junto con la escala de Roland-Morris, y está adaptada a la población española. Se puede rellenar sin la presencia del entrevistador. Es un cto. Consta sólo de 10 ítem con 6 opciones de respuesta de fácil comprensión. Parece la escala ideal en pacientes con dolor lumbar de intensidad moderada-intensa, que son los habituales en las consultas de Rehabilitación. Permite identificar áreas específicas de intervención para reducir la limitación funcional por dolor lumbar. Tiene valor predictivo de cronificación del dolor, de duración de la baja laboral y del resultado del tratamiento conservador o quirúrgico. Además es viable, fácil de administrar y puntuar y presenta unas características métricas adecuadas.
Sería deseable incluirla de forma rutinaria en la valoración del paciente con dolor lumbar y es probable que las aplicaciones informáticas den un impulso importante a este objetivo.
Los autores declaran que no existe conflicto de intereses

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