quarta-feira, 29 de julho de 2015

Fibromialgia y ejercicio físico

Fibromialgia y ejercicio físico 
Escrito por Dr. Cayetano Alegre, portavoz de la Sociedad Española de Reumatología
Dolor, fatiga y depresión acompañan a los fibromiálgicos, volviéndoles sedentarios. Es difícil convencer a una persona que se siente terriblemente cansada que debe hacer ejercicio físico, pero es fundamental.

Fibromialgia y ejercicio físico

El síntoma predominante que define la fibromialgia es el dolor generalizado, mal definido, continuo, no relacionado con la actividad y sin una lesión orgánica que se pueda evidenciar. Este dolor se acompaña de multitud de otrossíntomas destacando dos por su frecuencia y su interferencia en la vida y salud del paciente: la alteración del sueño y el cansancio que no se correlaciona con la actividad realizada.
Parece fácil asociar estos síntomas. Si duele incluso de noche es lógico que interfiera el sueño y te sientas por la mañana mucho más cansado. Y por otro lado, si tienes insomnio y te despiertas frecuentemente de noche es normal que por la mañana te levantes fatigado y la musculatura se resienta al realizar cualquier actividad.
Ya hace unas décadas, hacia los años 70, Moldosky, investigando el sueño, detectó que los enfermos con fibromialgia tenían alteraciones en la fase REM (fase de sueño profundo) como si durmiesen superficialmente. Experimentó con personas sanas interrumpiéndoles cuando entraban en sueño profundo durante unos días y concluyó que prácticamente todos las personas del ensayo presentaron síntomas de fibromialgia. También estudió lo mismo en deportistas (en corredores de élite) y ninguno de ellos presentó dolor ni fatiga. Con esto demostraba la importancia que tiene el sueño y el ejercicio físico en estos pacientes.
Muchos individuos con fibromialgia son sedentarios y sus niveles de capacidad cardiorrespiratoria están en niveles inferiores a la media. El dolor, la fatiga y la depresión también contribuyen a llevar un tipo de vida sedentario y por consiguiente a tener poca capacidad física. Es difícil aconsejar y convencer a una persona que se siente terriblemente cansada que debe hacer ejercicio físico, parece un absurdo, pero es fundamental.


Ejercicios recomendados para la fibromialgia

Se han estudiado diversos programas de ejercicios aeróbicos tanto en tierra como en agua, de fuerza, de elasticidad, flexibilidad, combinaciones de estos y recientemente ejercicios de movimiento como el chi qung,taichi y yoga. Por ejemplo, realizar tres veces por semanaPilates mejora de forma considerable el dolor y el impacto funcional; al igual que practicar dos veces por semana lamarcha nórdica, que aumenta la capacidad funcional sin modificar el nivel de dolor.
El gran problema es el mantenimiento de esta mejoría, ya que la adherencia al ejercicio en los pacientes con fibromialgia es relativamente baja por creer que después del ejercicio se encuentran más doloridos y cansados.
Según una revisión Cochrane de las investigaciones al respecto, el entrenamiento con ejercicios de resistencia de dos a tres veces por semana y durante doce semanas puede ayudar a reducir de manera importante el dolor, los puntos más sensibles e incluso ladepresión, lo que en general se traduce en una mejora visible del bienestar general.
Por otra parte, la intensidad del entrenamiento con ejercicios aeróbicos también tiene efectos beneficiosos y reduce el dolor, pero debe incrementarse paulataminamente hasta llegar a un nivel normal o moderado. Si al realizar los ejercicios, los pacientes fibromiálgicos perciben un empeoramiento de los síntomas, deben rebajar la intensidad hasta que éstos se aminoren. Este tipo de ejercicios se deben realizar durante al menos 20 minutos una vez al día.
Ejercicios no recomendados para la fibromialgia




Estas conclusiones dejan muy clara la importancia del ejercicio y de la mejoría que se puede conseguir. Si bien,no todo ejercicio es válido para todos. Primero se ha de evaluar a la persona, analizar qué generadores de dolor presenta, y en función de eso decidir qué ejercicios conviene o no practicar. Así:
  • Si una persona padece, además, una artrosis cervical se debe obviar los ejercicios repetitivos del cuello.
  • Si padece lesiones de rodilla o un excesivo peso quizás los ejercicios más adecuados serán dentro del agua.
  • Si presenta una trocanteritis (la inflamación de las bolsas serosas situadas en la extremidad proximal del fémur, es una de las causas más habituales de dolor en la cadera) será mejor la bicicleta elíptica que una bicicleta estática.
  • Si es un hiperlaxo será fundamental la educación postural, la realineación, los isométricos.
  • Los que padecen importante contractura muscular se les recomendaría ejercicios en piscinas de agua caliente o solo la relajación dentro de ella para ir incrementando la actividad progresivamente.
  • El paciente fibromiálgico debe participar y colaborar en su mejoría, ya que no cabe una curación al desconocer su etiología. No se puede confiar solo en los fármacos que pueden reducir algunos de los síntomas, ni en los profesionales de la salud. El ejercicio físico es una pieza fundamental en la recuperación de estos enfermos, sus resultados no son inmediatos, sino en varias semanas y deben continuar la actividad para no recaer.


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